El Porfiriato


Porfirio Díaz en su juventud.

Sebastian Lerdo de Tejada, presidente de 1872 a 1876.

El ascenso de Porfirio Díaz al poder

 

De acuerdo con las leyes del país, Lerdo de tejada ordenó que ese mismo año se realizarán elecciones para elegir un presidente constitucional. Este presentó su candidatura y obtuvo la mayoría de votos por lo que se convirtió en el presidente constitucional para el periodo 1872-1876. Cuando se acercaba el fin de su mandato presidencial, Lerdo trató de reelegirse. Porfirio Díaz se opuso a la reelección y se levantó en armas para impedirla, iniciando una rebelión en la población de Tuxtepec, Estado de Oaxaca.

 

Tras la renuncia de Lerdo en 1876 Porfirio Díaz fue designado presidente una vez en el poder Díaz Convocó a las elecciones presidenciales pero no permitió que otra persona compitieron por la presidencia por lo que el se presentó como candidato único. de ese modo se convirtió en el presidente constitucional para gobernar el país de 1877-1880.

 

 

La pacificacion del pais

Porfirio Díaz logró ocupar la presidencia de méxico luchando contra la reelección, pero cuando llegó al poder, hizo todo lo posible por reelegirse. con ese fin reformó la constitución en 1857 y se religio en varias ocasiones.

 

 

Los dueños de minas, industrias y otros negocios apoyaron al gobierno porfirista. De esta manera, los negocios podían realizarse sin peligro. Por medio de la fuerza, incluso mediante agresiones sangrientas, Díaz terminó con los levantamientos armados, las revueltas militares y las luchas políticas. Además, utilizó el ejército y la policía rural para impedir que los campesinos manifestaran su descontento.


La represión porfirista

Conforme pasaba el tiempo el régimen porfirista se fue volviendo más autoritario, hasta que se convirtió en una dictadura.

 

Otra resolución básica fue restablecer la concordia con iglesia. desde que México naciera, la relación entre la iglesia y el poder público había estado en el centro del conflicto, dando pie a guerras civiles y, en papel a la intervención francesa.

 

 

Los retrasos en el desarrollo político no se hicieron esperar, como sucedió con el principio tuxtepecano de no reelección. Al fin de su primer mandato, la ley le permitió al presidente y a los gobernadores reelegirse de manera no inmediata. En 1880, Díaz entregó pacíficamente la banda presidencial al secretario de Guerra, Manuel González Cuyo mandato ocurrió desde diciembre de 1880 a diciembre de 1884.