Francisco Villa.
Emiliano Zapata
El Plan de Guadalupe enarboló la bandera de constitucionalismo, esto es, la defensa de la Constitución, pero ignoró las demandas de los campesinos y de los obreros. El sentimiento de repudio del pueblo hacia la dictadura de Huerta permitió a Venustiano Carranza reunir diversas fuerzas con un propósito común: derrocar el huertismo y restablecer el orden constitucional.
Francisco Villa y Emiliano Zapata reorganizaron sus tropas para enfrentarse al gobierno de Huerta. Los dos pretendían resolver de manera definitiva el problema de la tierra. Villa reconoció el mando supremo de Caranza, pero no formo parte de su grupo. Zapata, por su parte no se integró a ningún grupo, pero encabezó la lucha en el estado de Morelos y en las regiones vecinas.
Durante la dictadura huertista se destacaron dos fracciones revolucionarias, claramente definidas, tanto por sus orígenes sociales como por sus demandas; una de ellas era el carrancismo; y la otra integrada por los seguidores de Villa y Zapata, las que fueron llamadas villismo y zapatismo.
El carrancismo representaba una fracción de terratenientes y a los pequeños propietarios; sus demandas se limitaban al restablecimiento de la Constitución de 1857.
En cambio, el villismo y el zapatismo promovían profundas reformas sociales. El villismo agrupaba a campesinos, obreros, rancheros, desempleados y miembros de la clase media. El zapatismo era un movimiento de campesinos sin tierras.
El ejército constitucionalista se dividió en siete cuerpos que ocupaban toda la República, sus principales fuerzas fueron las de Sonora, dirigidas por Álvaro Obregón, las de Chihuahua, a cargo de Francisco Villa y las de Coahuila y Nuevo León, comandadas por Pablo González.
Varios sectores de la sociedad mexicana se opusieron al gobierno de huerta, al que consideraban ilegítimo. sin embargo, el dictador contó con el apoyo del clero y de los grupos que controlaban las finanzas, la industria y el comercio. La oposición al gobierno fue perseguida con violencia; algunos opositores fueron asesinados, entre ellos el diputado Serapio Rendón y el senador Belisario Domínguez.
En la primera mitad del 1914, las fuerzas constitucionalista se apoderaron del norte del país. las tropas de Álvaro Obregón controlaban desde Sonora y Nayarit y las de Pablo González ocuparon las principales ciudades del país. La División Norte, encabezada por villa, representó el papel fundamental en la derrota de las tropas huertistas; Obtuvo triunfo definitivo en ciudad Juárez, Torreón y Zacatecas. el ejército zapatista, por su parte, controlaban casi todo el territorio de morelos, puebla y estado de méxico. el avance de la fuerza de villa y obregón hacia el centro del país y la captura de las poblaciones cercanas al tristón federal por parte de los zapatistas obligaron a huerta a renunciar a la presidencia y huir del país.
A pesar de la derrota definitiva de huerta, la lucha armada no termino; entre las fracciones triunfantes surgieron profundas diferencias. carranza rechazó las exigencias de zapata y de villa de resolver definitivamente el problema agrario y demandó que ambos lo reconocieran como el jefe supremo de la revolución.
En octubre de 1914, los carrancistas, villistas y zapatistas, se reunieron para decidir cuál de ellos debía dirigir la revolución triunfante. La reunión, llamada Soberana convención de aguascalientes, tuvo lugar en morelos y comenzó su trabajo el 10 de octubre de ese mismo año con la participación de los miembros de las tres facciones. La conversión aprobó el Plan de ayala; la destitución de carranza en sus funciones de presidente provisional y a Francisco Villa como jefe de la visión norte y designó a Eulalio Gutiérrez como presidente provisional. Entonces carranza trasladó su gobierno a veracruz y se preparó para combatir a sus antiguos aliados los villista y zapatistas.